Guía básica para empezar a ir al gym… y no fracasar en el intento

Descubre los consejos básicos para empezar a ir al gimnasio sin fracasar en el intento. Aprende a superar la intimidación, pedir ayuda y evitar lesiones. El balance y el fracaso son clave para el éxito.

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Empezar a ir al gym y tener una vida saludable es posiblemente una de las mejores decisiones que puedes tomar, pero no siempre es fácil. Para las personas que nunca han ido al gym, entrar por primera vez a este lugar lleno de máquinas extrañas y personas que parecen dominarlas perfectamente puede ser algo muy intimidante. 

Es verdad que en ocasiones la vergüenza o la inseguridad pueden frenarnos o desviarnos de nuestros objetivos. Pero antes de entrar en pánico y tirar la toalla en la primera semana de tu entrenamiento, tenemos la solución a todos tus problemas.

Hemos creado una guía básica con los mejores consejos para el primer día de gym y todo aquello que no siempre te dicen que sucede en el proceso. Te invitamos a seguir leyendo y que los tengas siempre presentes durante tu entrenamiento, tu relación con el gimnasio se convertirá en la más estable de todas. 

 

  • Está bien sentirse nervioso

¡Es completamente normal sentirse nervioso! ¿Y cómo no? Al poner un pie dentro del gym, inscribirte y empezar a entrenar por primera vez estamos saliendo de nuestra zona de confort. 

En situaciones como esta podemos llegar a pensar que todo mundo en el gym es experto excepto nosotros, y el ver a gente levantando pesas como si no hubiera un mañana nos hace sentir incómodos. Pero te tenemos una noticia: nadie te va a juzgar, y esa sensación de nervios va a desaparecer conforme vayas agarrando confianza.

 

  • Que no te de pena pedir ayuda

Como te comentamos arriba, a veces podemos sentirnos nerviosos o avergonzados cuando vamos al gym por primera vez, y más aun cuando tenemos que pedirle ayuda al coach. 

¿Te imaginas lo frustrante que sería tu proceso de entrenamiento si jamás pidieras ayuda? Los coaches de la familia Station 24 son profesionales de la salud que están  comprometidos con brindarte el mejor servicio para ayudarte a llegar a cada uno de tus objetivos.

Además, pedir ayuda no significa que no sepas hacer nada; significa que estás dispuesto a hacer las cosas de la mejor manera para lograr tus sueños.

  • Evita la sobrecarga y lesiones

Si es la primera vez que vas al gimnasio, ten en cuenta que la intensidad de tus entrenamientos irá aumentando gradualmente conforme vaya pasando el tiempo. Esto se debe a que tienes más posibilidades de sobrecargar los músculos o sufrir alguna lesión que te haga suspender tu entrenamiento si le exiges a tu cuerpo más de lo que es capaz de hacer.

La motivación que acompaña a los primeros días del gym puede llevarnos a querer subirle más al peso o hacer más repeticiones de las que el coach nos puso, creyendo que de esta manera vamos a progresar mucho más rápido, pero esto está alejado de la realidad. Recuerda, siempre hay que priorizar la calidad de tu entrenamiento sobre la cantidad. Cada parte de tu progreso, por más mínima o insignificante que parezca, es esencial para llevarte a tu meta.

  • El balance es la clave del éxito

Es bueno ponernos objetivos, ya sea tonificar, aumentar masa muscular o bajar de peso. Y aunque lo ideal es que nos aferremos a cada uno de ellos, el proceso deja de ser saludable cuando nos obsesionamos. Recuerda que la razón por la que decidiste empezar a entrenar es para tener un estilo de vida saludable, pero eso no significa que tengas que dejar de lado las cosas que disfrutas.

Por otro lado, recuerda que probablemente no notes los cambios en tu cuerpo las primeras semanas, pero sí los notarás en tu estado de ánimo y en tu salud. Sé paciente, la vida fitness es un proceso largo pero vale la pena vivirlo.

  • El fracaso es inevitablemente necesario para poder crecer

Dicen que si no te reta no te cambia… aunque no lo creas, los errores son de las partes más importantes del entrenamiento, ya que son la oportunidad de mejorar para volverte más fuerte. Si por un periodo de tiempo levantas la misma cantidad de peso, corres al mismo ritmo y descansas el mismo tiempo entre series, entonces tu cuerpo no estará más fuerte. 

El fracaso tiene que formar parte de ese proceso, para que te adaptes al entrenamiento que estás haciendo. Así que mantente firme y date cuenta de que el fracaso es una parte esencial de tu viaje.

Ahora que tienes presentes estos consejos para empezar a ir al gimnasio, ya solamente falta poner manos a la obra. Es momento de pedir tu pase de prueba y darlo todo en tu primer día del gym. Recuerda, no siempre vas a sentirte motivado, y habrán días en los que te cueste más que otros terminar tu entrenamiento; pero todo parece imposible hasta que se hace. ¡Éxito en tu entrenamiento!


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